Cuando hablamos de refugiados solemos imaginar a miles de desplazados por las guerras que aún suceden en el mundo, o bien personas huyendo de regímenes autoritarios, que solicitan asilo por cuestiones políticas. Incluimos a los que huyen por cuestiones de etnia, religión o pertenencia a determinado grupo social. Para los cuales existe reglamentación internacional y campos de refugiados, independientemente de su eficacia. Pero, ¿Qué implica ser un refugiado climático? ¿Quiénes lo serán? ¿Quiénes pueden llegar a serlo? El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) estima que existirán 150 millones de refugiados ambientales en el año 2050, debido principalmente a los efectos de las inundaciones costeras, la erosión costera y trastornos agrícolas.
DESDE ARGENTINA- No fue hasta principios de los años 90 que la comunidad internacional puso especial atención a lo que sucedía con clima. En el año 2000, los 189 Estados miembro de la Organización de las Naciones Unidas – ONU – firmaron 8 objetivos – los ODM – que trataron de problemas de la vida cotidiana que se consideran graves y/o radicales a cumplir para el año 2015, pero solo el objetivo número 8 se refería al medio ambiente
garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
El único objetivo que no fue marcado por ningún plazo, lo que significa que ya debería estar cumpliéndose. Llegado el 2015, se evaluaron los resultados insuficientes y por otra parte se extendió la lista de objetivos a 17. Los objetivos de desarrollo sostenible – ODS – a cumplir al año 2030.
CONDICIONES CLIMÁTICAS EXTREMAS
Temperaturas máximas sin precedentes, un nivel excepcionalmente bajo de los hielos marinos, aumento ininterrumpido del nivel del mar y calor oceánico junto a sequías inéditas, son las condiciones climáticas cada vez más extremas a las que nos enfrentamos y a las que nos enfrentaremos radicalmente si no se toman las medidas necesarias, las medidas que movimientos sociales alrededor del mundo entero reclaman. Las que expertos advierten hace tiempo, las que se comunican como catástrofes naturales, las que los gobiernos conocen pero prefieren anteponer sus intereses económicos en nombre del desarrollo. Los expertos concuerdan en que las zonas más frías del mundo se encuentran entre los puntos críticos absolutos del cambio climático. El Ártico, la Antártida, Alaska y las vastas áreas del permafrost de Rusia.
Los países más afectados son los del Ecuador, Pantai Bahagia, un pueblo de Indonesia, desde que sube el nivel del mar y llueve a cántaros, se hunde bajo el agua del Océano Índico. Más de la mitad de los niños abandonaron la escuela primaria porque sus aulas se tornaron inhabitables. El profesor Rachmat Witoelar, delegado especial para el cambio climático afirma
Los países más afectados son los del Ecuador, Pantai Bahagia, un pueblo de Indonesia, desde que sube el nivel del mar y llueve a cántaros, se hunde bajo el agua del Océano Índico. Más de la mitad de los niños abandonaron la escuela primaria porque sus aulas se tornaron inhabitables. El profesor Rachmat Witoelar, delegado especial para el cambio climático afirma
A mediados de nuestro siglo, las condiciones climáticas serán extremas, las 17.000 islas de Indonesia con sus inmensas costas serán tragadas por el mar, la vida en general no será como la conocemos hoy, se declararán epidemias y el crecimiento económico global se verá perturbado por la lucha feroz de unos contra otros por la comida, el agua y quizás el aire puro.
Mientras que en la capital, Yakarta, donde se encuentra una de las áreas metropolitanas más densamente pobladas del mundo el planificador urbano y arquitecto Marco Kusumawijaya del Centro RUJAK para Estudios Urbanos, prevé el desplazamiento de los asentamientos costeros, hacia el interior de la metrópoli.
A orillas del río Kolimá, en Chukotka, a ocho horas en avión de Moscú, Rusia, el conservacionista ambiental Nikita Zimov recolecta pruebas de que ya no hay nada permanente. El calentamiento del suelo de hasta 3°C, hace que la capa superior de hielo se derrita, el permafrost ruso, se deshace por el calor. Cuando el CO2 y el metano ligados al suelo se liberan a la atmósfera, la velocidad del calentamiento global se acelerará drásticamente.
A orillas del río Kolimá, en Chukotka, a ocho horas en avión de Moscú, Rusia, el conservacionista ambiental Nikita Zimov recolecta pruebas de que ya no hay nada permanente. El calentamiento del suelo de hasta 3°C, hace que la capa superior de hielo se derrita, el permafrost ruso, se deshace por el calor. Cuando el CO2 y el metano ligados al suelo se liberan a la atmósfera, la velocidad del calentamiento global se acelerará drásticamente.
Cada problema que surge por el calentamiento global se potencia desmedidamente por lo que sucede aquí. Si un problema es grave, se agravará todavía más. Si hay alguna forma de detener esto, entonces debemos ponerla en marcha, porque si no lo hacemos, podemos tomar nota de todo tipo de escenario del fin del mundo imaginable y es posible que suceda.En el norte de Camerún llueve como máximo dos meses, en Agosto y Septiembre. El resto del año, la gente tiene que caminar lejos o cavar muy profundo para encontrar agua. Los jóvenes empezaron a migrar hacia las grandes ciudades porque básicamente no tienen agua, ni para construirse un hogar, cultivar o darle de beber a sus animales. La situación de la población local se ve agravada por las personas que tuvieron que migrar desde Nigeria, país vecino, a causa del grupo terrorista islámico Boko Haram. Son más personas intentando desplazarse hacia el sur de Camerún para intentar sobrevivir. Una agricultura significativa solo es posible cuando la tierra está húmeda constantemente por cuatro meses. Los expertos hablan de “la línea de 120 días”, si llueve menos, toda la tierra queda desolada y se seca, el cultivo de cereales se vuelve imposible y los animales mueren. Miles de personas pasaron a depender de la entrega de alimentos por diferentes ONG.
En el continente americano la gente huye de las sequías en el norte de Brasil. En el Caribe y en el sur de los Estados Unidos por los huracanes. En África las personas abandonan los territorios de la zona del Sahel. Incluso algunos italianos, españoles y griegos dejarán sus hogares debido al aumento del calor. En Asia las zonas costeras son tragadas por el mar. Los residentes se trasladan a tierras altas seguras especialmente de los deltas de los ríos, como en Bangladesh. Y las islas de los mares del sur desaparecerán por completo.
Cada dramático suceso aquí narrado, corresponde a la condena de millones de personas, mientras los países desarrollados evitan el compromiso por la lucha contra el cambio climático, al 2030 estaremos llegando al punto de no retorno de la tierra, donde el planeta entero será inhabitable para el humano, tanto como para las 500 personas más ricas de la lista de la revista Forbes o los que duermen con hambre cada noche al acecho de diferentes epidemias. Yadvinder Mahli, profesor de Ciencias del Ecosistema de la Universidad de Oxford, explicó que
hasta ahora la biosfera se comporta casi como un amigo. Alrededor del 40% de las emisiones de carbono que emitimos los humanos es absorbido por la biosfera, lo que retarda significativamente el cambio climático.
Existe el riesgo que este freno se convierta en un acelerador.
Por Agostina Torres Ochoa
Agostina Torres Ochoa, de 21 años, es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador (Argentina). Sus áreas de interés incluyen los Derechos Humanos, la inmigración, y la crisis climática internacional- sobre la que intenta despertar conciencia. Además, investiga temáticas referentes a la defensa y a la seguridad nacional. Fue miembro del comité ejecutivo del XIV Congreso Nacional de Ciencia Política de la SAAP (Sociedad Argentina de Análisis Político) y participa en la sección de noticias internacionales de MIMA Multimedios.
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