DESDE PARAGUAY- Los mayores retos que enfrentan nuestros países consisten en implantar políticas públicas tendientes a enfrentar la crisis sanitaria mundial más grande de la última década. Cada gobierno tiene desafíos importantes como adecuar la infraestructura sanitaria para contener el avance del virus; establecer programas de transferencias para la población más vulnerable- cuyos ingresos fueron afectados por el confinamiento obligatorio establecido en la mayoría de los países latinoamericanos; fijar subsidios por desempleo o suspensión laboral; y la repartición de kits de alimentos para los habitantes con riesgo de desnutrición (principalmente a la población infantil).
Frente al cataclismo suscitado por esta crisis, los gobiernos centran esfuerzos en adecuar con infraestructuras e insumos sus sistemas de salud pública, pasando a un segundo plano otras cuestiones importantes como los problemas de índole nutricional. Así, esta variante, en conjugación con los efectos directos de la pandemia en el ámbito económico, acarrea profundos retrocesos en el estado nutricional de las poblaciones latinoamericanas más vulnerables, como el incremento de las prevalencias de desnutrición aguda, crónica, anemia y otros problemas de malnutrición.
Según los análisis publicados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la ONG Save the Children, para finales de 2020 la pandemia del COVID-19 podría impeler a un aumento del 15% de niños viviendo en estado de inseguridad alimentaria. El número total de infantes que viven por debajo del umbral nacional de pobreza en los países de bajos y medianos ingresos en el mundo, podría alcanzar los 672 millones a finales de este año- de los cuales un 22% de ellos viven en América Latina y el Caribe.
Frente al cataclismo suscitado por esta crisis, los gobiernos centran esfuerzos en adecuar con infraestructuras e insumos sus sistemas de salud pública, pasando a un segundo plano otras cuestiones importantes como los problemas de índole nutricional. Así, esta variante, en conjugación con los efectos directos de la pandemia en el ámbito económico, acarrea profundos retrocesos en el estado nutricional de las poblaciones latinoamericanas más vulnerables, como el incremento de las prevalencias de desnutrición aguda, crónica, anemia y otros problemas de malnutrición.
Según los análisis publicados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la ONG Save the Children, para finales de 2020 la pandemia del COVID-19 podría impeler a un aumento del 15% de niños viviendo en estado de inseguridad alimentaria. El número total de infantes que viven por debajo del umbral nacional de pobreza en los países de bajos y medianos ingresos en el mundo, podría alcanzar los 672 millones a finales de este año- de los cuales un 22% de ellos viven en América Latina y el Caribe.
Se calcula que a finales de este año en la región, unas 39 millones de personas más (el 7.5% de la población), se encontrarán insertas en el círculo de la pobreza multidimensional aguda, de acuerdo con estimaciones del Índice de Pobreza Multidimensional Global (IPM-G). Esto significa que experimentarán como mínimo un tercio de privaciones de los diez indicadores de salud, educación y estándar de vida asociados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos, la desnutrición y la mortalidad infantil en el hogar. Al igual que lo que ocurre con la pobreza monetaria, la pobreza multidimensional tiene una mayor incidencia entre los niños que en el total poblacional. En América Latina y el Caribe, aproximadamente uno de cada diez niños habita en un hogar en pobreza multidimensional aguda.
En medio de este escenario, el Coronavirus puede llevar a millones de niños del mundo a la desnutrición aguda. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) estima que el número de niños pequeños que sufren esta forma de desnutrición potencialmente mortal podría aumentar en un 20% como resultado de esta pandemia.
La repercusión ocasionada por el COVID-19 ha hecho que se adopten medidas políticas de distanciamiento social y confinamiento en los hogares, las cuales tienen como ilación para los infantes, la inseguridad alimentaria, problemas en cuanto al acceso a la educación, mayor exposición a la violencia, al abuso y sobre todo a las dificultades propias de la pobreza y la desigualdad.
El virus puede tener un efecto devastador en los cuerpos pequeños que ya son débiles debido a una mala nutrición. Al mismo tiempo, la pandemia está teniendo un efecto ruinoso en las familias en situación de vulnerabilidad, que dependen de la economía informal, de salarios bajos o remesas para subsistir. Los bloqueos relacionados con el COVID-19 y las restricciones de movimiento están socavando severamente los medios de vida, exacerbando las amenazas existentes como conflictos y sistemas de salud débiles, lo que hace que sea especialmente difícil para las familias de las naciones más pobres poder solventar una dieta nutritiva para sus hijos.
Por lo tanto, la desnutrición aguda es provocada por un consumo inadecuado de alimentos o por enfermedades -entre ellas las que provocan diarreas continuadas-, o ambos, lo que causa en el niño una pérdida repentina de peso que, de no ser tratada a tiempo, puede llevar a la muerte. Obtener una nutrición adecuada hoy, determinará si las consecuencias de esta pandemia se sentirán durante meses, años o incluso décadas.
La mayoría de los gobiernos se encuentran implementando medidas de emergencia como la distribución de alimentos a las familias más pobres, sin embargo, aún no existe un panorama claro con respecto a la evolución de la propagación del COVID-19 y su incidencia final sobre los países latinoamericanos, especialmente sobre su población infantil.
Por Heber Isasi
Heber Isasi, es un abogado de nacionalidad paraguaya. Es académico en el área de investigación y metodología. Sus ámbitos de interés abarcan el Derecho Constitucional, las Relaciones Internacionales y las Ciencias Políticas.
BIBLIOGRAFÍA
López Medina, E., López, P., & Benadivez, I. (2020). INFECCIÓN POR NUEVO CORONAVIRUS 2019, SARS-COV2/COVID-19. Cali, Colombia: Universidad del Valle.Organización de las Naciones Unidas. (2020). FAO advierte desnutrición infantil en América Latina a causa del COVID-19. Hanói, Vietnam: VOV World.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, & Santos, M. (2020). Pobreza Multidimensional en tiempos del COVID-19. Recuperado de https://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/blog/2020/pobreza-multidimensional-en-tiempos-del-covid-19.html
World Food Programme. (2020). El coronavirus amenaza con aumentar la desnutrición aguda, poniendo en peligro el futuro de 10 millones de niños. Recuperado de https://reliefweb.int/report/world/el-coronavirus-amenaza-con-aumentar-la-desnutrici-n-aguda-poniendo-en-peligro-el-futuro
Que gran artículo, tan necesaria la información de estos momentos.
ResponderEliminarMe llena de orgullo saber que sos el autor de este escrito, Heber. Mi admiración por vos. Éxitos y bendiciones.
Una amiga de la infancia, Denise Raquel Benítez Ojeda