Paz, Seguridad y COVID-19: el impacto del llamado mundial del alto al fuego en Oriente Medio para contener la pandemia

Las guerras en Medio Oriente fueron provocando un éxodo masivo sin precedentes y miles de víctimas mortales, ahora, los habitantes de estos territorios deben enfrentar también al Covid-19. "Silencien las armas; detengan la artillería; pongan fin a los ataques aéreos", solicitó el titular de la ONU con el fin de facilitar la creación de corredores humanitarios para que pueda llegar la ayuda necesitada a quienes son doblemente vulnerables. 

Bombardeo en el poblado de al-Bara, en la provincia de Idleb (SIRIA), antes de iniciarse el alto el fuego. / OMAR HAJ KADOUR (AFP)

DESDE ARGENTINA- En el marco de contener el brote de la pandemia en la región, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, realizó una petición del alto el fuego a todos los conflictos que hay en el mundo con el apoyo de distintas organizaciones de la sociedad civil, socios regionales, actores no estatales, además de Mensajeros de la Paz y Defensores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

El Secretario General advirtió que

hay una enorme distancia entre las palabras y los hechos, entre trasladar las declaraciones de paz al terreno y hacerlo en la vida de las personas. Hay enormes dificultades para su aplicación, ya que los conflictos se han enconado durante años, la desconfianza es profunda, con muchos saboteadores y desconfianzas.

YEMEN, SIRIA, LIBIA, Y AFGANISTÁN
Guterres destacó la necesidad de refuerzos diplomáticos para enfrentarse a estos problemas y informó que actualmente se enviaron representantes y enviados especiales a estos países. 

Pese al alto al fuego, en Yemen las hostilidades fueron aumentando exponencialmente y el enviado especial del Secretario trabaja para debatir la gestión de la crisis del COVID-19 

y un mecanismo de cese al fuego a nivel nacional.

En Siria es vital el alto al fuego "total e inmediato" ya que en el país ya se registraron los primeros decesos a causa de la pandemia, y el alto al fuego permitiría una ampliación del pleno acceso de la ayuda humanitaria. 

Los civiles sirios enfrentan ahora una amenaza mortal, el brote de coronavirus, que golpeará sin distinción y será devastador para los más vulnerables frente a la ausencia de medidas preventivas urgentes.

Así lo señaló la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el país.

Por otro lado, tanto el Gobierno de Acuerdo Nacional como el Ejército Nacional Libio intensificaron los combates en el país africano dificultando la respuesta al coronavirus.
Finalmente, y pese al aumento de combates, la formación de un equipo en Afganistán en el que participan cinco mujeres, busca entablar negociaciones directas con los talibanes.



IRAK
En Irak, si bien la guerra terminó, el país sigue amenazado por un resurgimiento del ISIS en algunas regiones, y las tensiones entre Estados Unidos e Irán no aflojan.

Washington acaba de desplegar baterías de defensa antiaéreas, lo que hace temer una nueva escalada con Irán, cuyos apoyos iraquíes son considerados responsables de lanzar cohetes sobre la Zona Verde de Bagdad, donde se ubica la embajada de Estados Unidos, y sobre bases que acogen a soldados estadounidenses.

"PARTICIPAR DE BUENA FE"

Los enviados especiales de la ONU dijeron que 

Hacemos un llamado a todas las partes para que participen, de buena fe y sin condiciones previas, en la negociación de las detenciones inmediatas a las hostilidades en curso, el mantenimiento del cese al fuego existente, el establecimiento de otros más duraderos e integrales, y el logro de resoluciones a largo plazo para los conflictos persistentes en toda la región.

También buscan alentar a las partes rivales a ejercer la máxima moderación, reducir las tensiones y trabajar para resolver sus diferencias a través del diálogo, la negociación, la mediación u otros medios pacíficos.

LOS MÁS VULNERABLES

Entre las comunidades más vulnerables ante el COVID-19 se cuentan los más de 6,5 millones de personas desplazadas, que incluyen a más de un millón de civiles, en su mayoría mujeres y niños, que viven en tiendas de campaña superpobladas o hacinados en campamentos improvisados a lo largo de la frontera siria con Turquía, en la provincia de Idlib. Esas personas tienen un acceso muy limitado al agua limpia y a instalaciones de saneamiento.

En el resto del país, decenas de miles de personas habitan en tiendas de campaña, mientras que otras permanecen en zonas remotas, sin acceso a cuidados médicos, como las 70.000 del campamento Al-Hol, la mayoría mujeres y niños, en el este de Siria.

EL PLAN HUMANITARIO DE LOS DOS MIL MILLONES

Para combatir el coronavirus a nivel global, la ONU lanza un plan humanitario de 2000 millones de dólares que servirá para luchar contra el COVID-19 en algunos de los países más vulnerables del mundo. Las Naciones Unidas instan a los Gobiernos a apoyarlo manteniendo al mismo tiempo la financiación de los llamamientos humanitarios existentes para esas naciones. Guterres afirma que a un problema mundial hay que dar una solución mundial.

Los organismos de las Naciones Unidas serán los encargados de llevar a cabo el plan de respuesta con la ayuda de las ONG. El plan consiste en:

• entrega de equipos de laboratorio necesarios para analizar el virus y suministros médicos para tratar a las personas
• instalación de puestos de lavado de manos en los campamentos y asentamientos
• lanzamiento de campañas de información pública sobre cómo protegerse a sí mismo y a los demás del virus
• establecimiento de puentes aéreos y centros de distribución en África, Asia y América Latina para trasladar a los trabajadores y suministros humanitarios a los lugares donde más se necesitan

VÍCTIMAS INVISIBLES

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta H. Fore, destacó que los niños son las "víctimas ocultas" de esta situación. La Directora mostró también su preocupación por el cierre masivo de todas las escuelas en el mundo que afecta a millones de estudiantes en más de 120 países.

Estos cierres no sólo limitan el acceso al aprendizaje, sino también la alimentación escolar y los programas de salud, agua potable e información adecuada

Además, manifestó su preocupación ante la falta de protección ya que "sabemos que los niños corren un mayor riesgo de explotación, violencia y abuso cuando se cierran las escuelas, se pierden empleos y se restringe la circulación", y por su salud mental ya que muchos no pueden hablar con sus amigos, participar en clase y disfrutar de los deportes.

Por Analía Cardozo Escobar

Analía Cardozo Escobar, de 23 años, es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín (Argentina). Fue voluntaria de RACI. Participó del Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales. Sus ámbitos de interés incluyen la economía política internacional, la política nacional e internacional, los derechos humanos, el feminismo en las relaciones internacionales, el sistema electoral, y la lucha por el cambio climático.