ARGENTINA- El alcance total del impacto del Coronavirus dependerá de qué tan efectiva sea la contención del brote, se espera que el crecimiento de China caiga bruscamente y se recupere durante el año en los próximos meses.
El Subsecretario General Adjunto de la ONU y Director Regional de América Latina y el Caribe, Luis Felipe López-Calva, analiza la situación al que se enfrenta la región tras la aparición del virus. Sostiene que el COVID-19 es una amenaza a la macroestabilidad de América Latina y el Caribe y el resto del mundo, su propagación provocó una interrupción de la actividad económica en China ya que el gobierno limitó la movilidad por dentro y fuera del país. A lo largo del mundo, el virus se extendió en más de 167 países con más de 340.000 personas infectadas, esto significa que haya un impacto en el crecimiento y precios de productos básicos, y un shock para la región.
Principales Socios
Sus principales socios hoy en América Latina son Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela, cuyas exportaciones se concentran en cobre, soja, petróleo crudo y mineral de hierro.
No en todos los países es igual, China representa el 28% del total de las exportaciones de Brasil, así como el 32.4% de Chile y el 10.5% de Argentina. Importa principalmente productos primarios como minerales y metales, productos agrícolas y combustibles; sus exportaciones consisten en máquinas, equipos electrónicos y productos químicos.
Según el Centro de Políticas Públicas, Dialogo Interamericano, China ya colocó más de 41.000 millones de dólares en préstamos para la región desde 2005, lo que representa más que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina combinados.
Actualmente, Venezuela es el mayor receptor de préstamos con un total de 67.200 millones de dólares desde 2005, seguido de Brasil (28.900 millones), Ecuador (18.400 millones), y Argentina (16.900 millones).
Hipótesis de la OIT
La Organización Internacional del Trabajo estima que la crisis económica y laboral provocada por la pandemia podría aumentar el desempleo mundial entre 5.3 millones y 24.7 millones de personas, en comparación, la crisis financiera 2008-2009 aumentó el desempleo mundial en 22 millones. La caída del empleo también conlleva grandes pérdidas de ingresos para los trabajadores, se estima que estas se situaran entre 860.000 millones de dólares y 3.4 billones de dólares a finales del 2020.
Advertencia de la CEPAL
La Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, indicó que América Latina y el Caribe se verá afectada negativamente. Se estima una contracción de -1.8% del PBI regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba 10 puntos porcentuales.
Bárcena manifestó que el grado de desigualdad también es importante para evaluar hasta qué punto la crisis impactará en los grupos más vulnerables en la sociedad. Mientras más desigual sea un país, más llevarán estos grupos vulnerables el peso del impacto económico de la pandemia y menos recursos tendrán para combatirla.
En México y Brasil el principal problema radica en la interrupción de diversas cadenas globales de valor, ya que son países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros.
Argentina, la deuda y la emergencia sanitaria
En un intento por coordinar esfuerzos, fijar pausas comunes y establecer una cooperación en materia sanitaria para enfrentar la pandemia del COVID-19, el presidente Alberto Fernández se reunió en una teleconferencia con los líderes y representantes de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Perú, donde explicó las medidas tomadas por Argentina hasta ahora el pasado 16 de marzo.
La intención de esta teleconferencia es que se pueda coordinar políticas en común con todos los jefes de Estado y busquen una estrategia que facilite mitigar el número de infectados por la pandemia. En los casos de Colombia, Argentina y Uruguay ya se tomó la decisión de cerrar las fronteras a extranjeros.
La idea central del gobierno es que el virus no circule entre los países y se evite el ingreso de extranjeros que vienen de zonas de riesgo como países de Europa, China, Irán, Corea del Sur o Japón, ya que en América Latina el virus aún no afectó en las medidas de esos países, pero genera mucha preocupación por una posible expansión desmedida.
La desaceleración china podría afectar las ventas al exterior del país, pero impactaría la cotización de los commodities y comprometería al principal ingreso de dólares en la Argentina.
Según un informe de Bloomberg Economics, se descuenta una desaceleración de la economía china que disminuiría su demanda, lo que en principio afectaría a sus países vecinos, pero también entre los primeros afectados estarán los exportadores de productos básicos.
Consideraciones finales
Una de las preguntas que nos podemos hacer es si en virtud de esta pandemia llegó el momento de realizar ciertos cambios tecnológicos, o si es necesario tanto material físico. Estamos en una era de tecnologías avanzadas, automatización de instrumentos, bienes y servicios, digitalización de objetos, etcétera. Es posible en un futuro, o en la misma actualidad, cambios profundos que pueden evitar un nuevo brote de una pandemia que amenace con la vida de las sociedades del mundo implementando distintas medidas en varios aspectos.
Por un lado, se pueden realizar cambios en la política. La legitimidad de los gobiernos y su éxito dependerá estrechamente de cómo manejen los diversos problemas que afronten. Se debe dar una mayor importancia a los conflictos ambientales y de la naturaleza, en nuestra región estos temas no son los primeros en la agenda política.
Por otro lado, se deben realizar cambios en la sociedad. Los sistemas de salud y previsionales para la vejez deben ser mejorados y puestos en discusión frecuentemente por los distintos gobiernos con el fin de mejorar las condiciones de vida y bienestar de la población mayor.
La unificación de la cooperación y la acción conjunta son elementos vitales para un buen funcionamiento e implementación de políticas públicas que ayuden a erradicar un brote viral, o cualquier otro problema que se presente en los países, así como también la organización local y la responsabilidad individual.
¿Qué debemos hacer como individuos? La respuesta a esta pregunta es protegernos mutuamente y seguir todas las indicaciones de los expertos y organismos de la salud. Es importante también velar por la mejor adaptación de la siguiente generación a las múltiples realidades cambiantes del mundo. La pandemia del COVID-19 se combate entre todos: el principio de solidaridad no puede estar ausente.
El Subsecretario General Adjunto de la ONU y Director Regional de América Latina y el Caribe, Luis Felipe López-Calva, analiza la situación al que se enfrenta la región tras la aparición del virus. Sostiene que el COVID-19 es una amenaza a la macroestabilidad de América Latina y el Caribe y el resto del mundo, su propagación provocó una interrupción de la actividad económica en China ya que el gobierno limitó la movilidad por dentro y fuera del país. A lo largo del mundo, el virus se extendió en más de 167 países con más de 340.000 personas infectadas, esto significa que haya un impacto en el crecimiento y precios de productos básicos, y un shock para la región.
Principales Socios
Sus principales socios hoy en América Latina son Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela, cuyas exportaciones se concentran en cobre, soja, petróleo crudo y mineral de hierro.
No en todos los países es igual, China representa el 28% del total de las exportaciones de Brasil, así como el 32.4% de Chile y el 10.5% de Argentina. Importa principalmente productos primarios como minerales y metales, productos agrícolas y combustibles; sus exportaciones consisten en máquinas, equipos electrónicos y productos químicos.
Según el Centro de Políticas Públicas, Dialogo Interamericano, China ya colocó más de 41.000 millones de dólares en préstamos para la región desde 2005, lo que representa más que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina combinados.
Actualmente, Venezuela es el mayor receptor de préstamos con un total de 67.200 millones de dólares desde 2005, seguido de Brasil (28.900 millones), Ecuador (18.400 millones), y Argentina (16.900 millones).
Hipótesis de la OIT
La Organización Internacional del Trabajo estima que la crisis económica y laboral provocada por la pandemia podría aumentar el desempleo mundial entre 5.3 millones y 24.7 millones de personas, en comparación, la crisis financiera 2008-2009 aumentó el desempleo mundial en 22 millones. La caída del empleo también conlleva grandes pérdidas de ingresos para los trabajadores, se estima que estas se situaran entre 860.000 millones de dólares y 3.4 billones de dólares a finales del 2020.
También se prevé un importante aumento de la pobreza laboral:
La presión sobre los ingresos resultante de la disminución de la actividad económica tendrá un efecto devastador para los trabajadores que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza.
Sector energético
Las petroleas y refinerías tienen una exposición limitada a la interrupción de las cadenas de suministro por el COVID-19, pero se verán afectados por la volatilidad y caída del precio del petróleo y gas natural. El sector minero de América Latina tiene una exposición moderada en general con base en la fuerte calidad crediticia de la mayoría de las compañías, solo las compañías de baja liquidez enfrentan un riesgo mayor.
El sector siderúrgico brasileño tiene una exposición moderada al brote del virus, siendo que los menores precios internacionales del acero surgen del menor crecimiento de China y el excedente de capacidad.
Las petroleas y refinerías tienen una exposición limitada a la interrupción de las cadenas de suministro por el COVID-19, pero se verán afectados por la volatilidad y caída del precio del petróleo y gas natural. El sector minero de América Latina tiene una exposición moderada en general con base en la fuerte calidad crediticia de la mayoría de las compañías, solo las compañías de baja liquidez enfrentan un riesgo mayor.
El sector siderúrgico brasileño tiene una exposición moderada al brote del virus, siendo que los menores precios internacionales del acero surgen del menor crecimiento de China y el excedente de capacidad.
Advertencia de la CEPAL
La Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, indicó que América Latina y el Caribe se verá afectada negativamente. Se estima una contracción de -1.8% del PBI regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba 10 puntos porcentuales.
Bárcena manifestó que el grado de desigualdad también es importante para evaluar hasta qué punto la crisis impactará en los grupos más vulnerables en la sociedad. Mientras más desigual sea un país, más llevarán estos grupos vulnerables el peso del impacto económico de la pandemia y menos recursos tendrán para combatirla.
En México y Brasil el principal problema radica en la interrupción de diversas cadenas globales de valor, ya que son países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros.
Argentina, la deuda y la emergencia sanitaria
En un intento por coordinar esfuerzos, fijar pausas comunes y establecer una cooperación en materia sanitaria para enfrentar la pandemia del COVID-19, el presidente Alberto Fernández se reunió en una teleconferencia con los líderes y representantes de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Perú, donde explicó las medidas tomadas por Argentina hasta ahora el pasado 16 de marzo.
La intención de esta teleconferencia es que se pueda coordinar políticas en común con todos los jefes de Estado y busquen una estrategia que facilite mitigar el número de infectados por la pandemia. En los casos de Colombia, Argentina y Uruguay ya se tomó la decisión de cerrar las fronteras a extranjeros.
La idea central del gobierno es que el virus no circule entre los países y se evite el ingreso de extranjeros que vienen de zonas de riesgo como países de Europa, China, Irán, Corea del Sur o Japón, ya que en América Latina el virus aún no afectó en las medidas de esos países, pero genera mucha preocupación por una posible expansión desmedida.
La desaceleración china podría afectar las ventas al exterior del país, pero impactaría la cotización de los commodities y comprometería al principal ingreso de dólares en la Argentina.
Según un informe de Bloomberg Economics, se descuenta una desaceleración de la economía china que disminuiría su demanda, lo que en principio afectaría a sus países vecinos, pero también entre los primeros afectados estarán los exportadores de productos básicos.
Consideraciones finales
Una de las preguntas que nos podemos hacer es si en virtud de esta pandemia llegó el momento de realizar ciertos cambios tecnológicos, o si es necesario tanto material físico. Estamos en una era de tecnologías avanzadas, automatización de instrumentos, bienes y servicios, digitalización de objetos, etcétera. Es posible en un futuro, o en la misma actualidad, cambios profundos que pueden evitar un nuevo brote de una pandemia que amenace con la vida de las sociedades del mundo implementando distintas medidas en varios aspectos.
Por un lado, se pueden realizar cambios en la política. La legitimidad de los gobiernos y su éxito dependerá estrechamente de cómo manejen los diversos problemas que afronten. Se debe dar una mayor importancia a los conflictos ambientales y de la naturaleza, en nuestra región estos temas no son los primeros en la agenda política.
Por otro lado, se deben realizar cambios en la sociedad. Los sistemas de salud y previsionales para la vejez deben ser mejorados y puestos en discusión frecuentemente por los distintos gobiernos con el fin de mejorar las condiciones de vida y bienestar de la población mayor.
La unificación de la cooperación y la acción conjunta son elementos vitales para un buen funcionamiento e implementación de políticas públicas que ayuden a erradicar un brote viral, o cualquier otro problema que se presente en los países, así como también la organización local y la responsabilidad individual.
¿Qué debemos hacer como individuos? La respuesta a esta pregunta es protegernos mutuamente y seguir todas las indicaciones de los expertos y organismos de la salud. Es importante también velar por la mejor adaptación de la siguiente generación a las múltiples realidades cambiantes del mundo. La pandemia del COVID-19 se combate entre todos: el principio de solidaridad no puede estar ausente.
Por Analía Cardozo Escobar
Analía Cardozo Escobar, de 23 años, es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de San Martín (Argentina). Fue voluntaria del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Es miembro del Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales. Sus ámbitos de interés incluyen la economía política internacional, la política nacional e internacional, los derechos humanos, el feminismo en las relaciones internacionales, el sistema electoral, y la lucha por el cambio climático.