ARGENTINA- Siguiendo al desarrollo de las nuevas tecnologías durante las últimas décadas, estas startups financieras se basan en: la inteligencia artificial, el big data, la criptografía, los smart contracts, los smartphones, y la blockchain. La convergencia de todas estas innovaciones permite el análisis de grandes cantidades de datos, el desarrollo de un sistema de seguridad más eficiente y la conectividad en tiempo real con el usuario final. De esta manera, se abaratan los costos y se simplifican los procesos dando como resultado, un mejor servicio para el consumidor al mismo tiempo que se generan menores comisiones en relación a los sistemas tradicionales.
Por lo tanto, se intuyen los beneficios que este tipo de empresas podrían brindar a una comunidad como, por ejemplo, mayor acceso al financiamiento o mayor educación financiera entre otros además de acelerar la inclusión financiera de la población. En este contexto la inclusión financiera cumple un papel fundamental ya que hace referencia al acceso de productos financieros que permitan la satisfacción de necesidades prestados de manera responsable y sostenible.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos nuevos actores en el sector financiero también podrían acarrear nuevos riesgos inexistentes hasta hace solo unos años. Al tratarse de nuevos competidores, sin experiencia en la industria y brindando una nueva clase de servicios se pueden crear nuevos riesgos que no se encuentran alcanzados por las legislaciones existentes.
UNA OPORTUNIDAD PARA ÁFRICA
En un plazo de 10 años el continente fue catalogado como “sin esperanza” hasta “el auge de África” y esto es así ya que durante los últimos años ha tenido un crecimiento económico sostenido. Por eso, hoy en día se lo reconoce como un mercado y una oportunidad de inversión importante. Sin embargo, el sistema financiero no acompañó a este crecimiento como es debido ya que cuentan con el 66% de la población adulta no bancarizada. Por esa razón, hoy en día las fintech están surgiendo como una solución para esta zona ya que permite traducir sus innovaciones a otras áreas como lo son la agricultura y la infraestructura las cuales promueven el crecimiento económico en la zona.
Los países de la región de África subsahariana se han convertido en líderes en el uso de lo smartphones para realizar trasferencias de dinero, aumentando el acceso generalizado a los servicios financieros. Aunque durante un gran periodo de tiempo, han estado sin el acceso a ellos, actualmente cerca de 40 de los 45 países de la región usan activamente estas nuevas tecnologías. Si bien, hay grandes diferencias entre estos países, Kenia se posicionó como líder en el uso y adaptación del dinero móvil ya que se calculan que se realizan alrededor de 53 transacciones por adulto por año. Debido a esto, el banco central de ese país realizó arreglos con las empresas proveedoras de estos servicios, en el cual se les brindo un marco regulatorio para que puedan realizar sus operaciones de la manera más prudencial e inclusiva posible.
El éxito del uso de los pagos a través del móvil en esta región se debe a la convergencia de varios factores. Uno de ellos es el escaso número de cajeros automáticos en la zona. Esto genera una gran cantidad de consumidores insatisfechos, la mayoría de los cuales tenían acceso a un smartphone. Además, estas compañías desarrollaron estrategias de precios atractivas para los usuarios quienes no dudaron en probar estos nuevos servicios.
Por otro lado, un sistema de pagos que funcione correctamente es esencial para disminuir el costo del intercambio de bienes y servicios en una economía. Sin embargo, la inclusión financiera aborda temáticas más allá de esto. Se observa una gran demanda en la región de servicios que aún se encuentran subdesarrollados, como las ofertas de crédito, los servicios que permiten pagos internacionales y el área de seguros.
Por esta razón, y en base a las diferencias sustanciales de la región es necesario realizar cambios en la infraestructura para disminuir la diferencia en la distribución de servicios básicos como lo son la electricidad y el acceso a internet. En segundo lugar, es necesario que la formulación de regulaciones acompañe a las innovaciones en todo el continente, de manera tal que los nuevos actores puedan brindarle servicios a un mayor número de la población que no contaba con ellos. Finalmente, se requiere aumentar la alfabetización digital de la región en pos de que sea viable la adopción de estas nuevas tecnologías y la preparación para las que vendrán a continuación.
Por lo tanto, se intuyen los beneficios que este tipo de empresas podrían brindar a una comunidad como, por ejemplo, mayor acceso al financiamiento o mayor educación financiera entre otros además de acelerar la inclusión financiera de la población. En este contexto la inclusión financiera cumple un papel fundamental ya que hace referencia al acceso de productos financieros que permitan la satisfacción de necesidades prestados de manera responsable y sostenible.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos nuevos actores en el sector financiero también podrían acarrear nuevos riesgos inexistentes hasta hace solo unos años. Al tratarse de nuevos competidores, sin experiencia en la industria y brindando una nueva clase de servicios se pueden crear nuevos riesgos que no se encuentran alcanzados por las legislaciones existentes.
UNA OPORTUNIDAD PARA ÁFRICA
En un plazo de 10 años el continente fue catalogado como “sin esperanza” hasta “el auge de África” y esto es así ya que durante los últimos años ha tenido un crecimiento económico sostenido. Por eso, hoy en día se lo reconoce como un mercado y una oportunidad de inversión importante. Sin embargo, el sistema financiero no acompañó a este crecimiento como es debido ya que cuentan con el 66% de la población adulta no bancarizada. Por esa razón, hoy en día las fintech están surgiendo como una solución para esta zona ya que permite traducir sus innovaciones a otras áreas como lo son la agricultura y la infraestructura las cuales promueven el crecimiento económico en la zona.
Los países de la región de África subsahariana se han convertido en líderes en el uso de lo smartphones para realizar trasferencias de dinero, aumentando el acceso generalizado a los servicios financieros. Aunque durante un gran periodo de tiempo, han estado sin el acceso a ellos, actualmente cerca de 40 de los 45 países de la región usan activamente estas nuevas tecnologías. Si bien, hay grandes diferencias entre estos países, Kenia se posicionó como líder en el uso y adaptación del dinero móvil ya que se calculan que se realizan alrededor de 53 transacciones por adulto por año. Debido a esto, el banco central de ese país realizó arreglos con las empresas proveedoras de estos servicios, en el cual se les brindo un marco regulatorio para que puedan realizar sus operaciones de la manera más prudencial e inclusiva posible.
El éxito del uso de los pagos a través del móvil en esta región se debe a la convergencia de varios factores. Uno de ellos es el escaso número de cajeros automáticos en la zona. Esto genera una gran cantidad de consumidores insatisfechos, la mayoría de los cuales tenían acceso a un smartphone. Además, estas compañías desarrollaron estrategias de precios atractivas para los usuarios quienes no dudaron en probar estos nuevos servicios.
Por otro lado, un sistema de pagos que funcione correctamente es esencial para disminuir el costo del intercambio de bienes y servicios en una economía. Sin embargo, la inclusión financiera aborda temáticas más allá de esto. Se observa una gran demanda en la región de servicios que aún se encuentran subdesarrollados, como las ofertas de crédito, los servicios que permiten pagos internacionales y el área de seguros.
Por esta razón, y en base a las diferencias sustanciales de la región es necesario realizar cambios en la infraestructura para disminuir la diferencia en la distribución de servicios básicos como lo son la electricidad y el acceso a internet. En segundo lugar, es necesario que la formulación de regulaciones acompañe a las innovaciones en todo el continente, de manera tal que los nuevos actores puedan brindarle servicios a un mayor número de la población que no contaba con ellos. Finalmente, se requiere aumentar la alfabetización digital de la región en pos de que sea viable la adopción de estas nuevas tecnologías y la preparación para las que vendrán a continuación.
Por Aylen Camodeca
Aylen Camodeca, de 20 años, es estudiante de Comercio Internacional de la Universidad Nacional de La Matanza (Argentina). Es miembro del equipo de investigación de dicha institución. Sus ámbitos de interés incluyen la economía internacional, la tecnología blockchain, los mercados financieros, el marketing, las políticas macro-económicas, y la neurociencia.
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