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domingo, 5 de julio de 2020

EL ROL DE LAS APPS COMO MÉTODOS DE SEGURIDAD SANITARIA DURANTE EL COVID19

La llegada del coronavirus a diferentes partes del mundo causó estragos en materia económica y sanitaria. Pero no sucedió lo mismo en materia tecnológica. Las TICs ya forman parte de nuestra vida cotidiana, y éstas a su vez acarrean soluciones digitales para cualquier tipo de problema. Su uso se encuentra en aumento, y en esta situación pandémica, pasaron al primer plano. 


La gobernanza de datos es una estrategia cada vez más frecuente dentro de la administración pública a nivel mundial. La utilización de la tecnología por parte del sistema gubernamental no es algo nuevo en América Latina, tiene antecedentes en base a diferentes experiencias a lo largo del mapa. Se logró, mediante la adaptación de metodologías antiguas de diversos campos de investigación, la implementación en las nuevas áreas digitales que hoy en día actúan de manera activa. 

El Banco Interamericano de Desarrollo, por medio de su especialista en soluciones digitales Jennifer Nelson, comenta: “Una de las cosas más poderosas que hemos visto con esta crisis es que, con el uso intencional de la tecnología y la experiencia que tenemos sobre lo que funcionó en emergencias pasadas, se está teniendo éxito al tomar herramientas que se usaron en otras crisis y adaptarlas rápidamente para la respuesta al COVID-19”. Sin embargo, la implementación digital debe ser apoyado por una especie de contrato donde se establece de manera clara el funcionamiento, y además se requiere un consenso poderoso- para la aceptación pública. 

En América Latina la implementación digital para el control de la salud pública ya es utilizada en diferentes países, como Uruguay, que tiene un sitio web denominado ‘’Coronavirus.uy‘’; en Surinam hay otro similar llamado ‘’Go.Data’’; Costa Rica tampoco se queda atrás y presentó la aplicación ‘’EDUS’’; al igual que hizo el gobierno nacional argentino, que en el último tiempo incorporó la aplicación ‘’Cuidar’’. Cada país posee su propio sistema estratégico para hacer frente al Covid-19 y las demás enfermedades. En algunos de ellos el mencionado sistema se estableció años atrás, pero en otros, es una herramienta nueva.

En el caso de Uruguay, la inteligencia artificial- con el uso destinado a trabajos de información y comunicación- se ve reflejada en la plataforma “Salud.uy”, y se ha adaptado desde “el primer caso de coronavirus en Uruguay fue el 13 de marzo”, recuerda Pablo Orefice, director de la misma. Esto se logró a partir de un trabajo conjunto entre el sector privado (incluidas empresas como las de Whatsapp y Facebook) y el público, difundido por diferentes medios de comunicacion y organizaciones de salud.

Coronavirus Uy funciona como una fuente de información y canalización de datos de los ciudadanos uruguayos para lograr una digitalización de los historiales clínicos. Una vez procesada la información el sistema de salud prioriza los potenciales pacientes de riesgo, además, por medio de la aplicación lograr un flujo de comunicación relevante para lograr la
planificación adecuada, estratégica y capaz de responder a los posibles casos y destinar adecuadamente los insumos médicos a las instituciones correspondientes.

En Costa Rica, el Expediente Digital Único en Salud lleva funcionando tres años. Su labor es el de emplear expedientes electrónicos para todos los servicios de salud pública. La aplicación  fue descargada por un millón de usuarios aproximadamente hasta el día de la fecha.

Desde que se detectó el primer caso el 6 de marzo la aplicación fue modificada y "en cuestión de una semana habilitamos dos iteraciones: la primera fue la prueba de riesgo, con el registro de síntomas y antecedentes, y dos días después habilitamos el seguimiento de síntomas actualizado en tiempo real [y] (..) las personas podrán también recibir, por este mismo medio, el resultado de laboratorio de sus pruebas de COVID-19", comenta Manuel Rodríguez (director de EDUS en Caja Costarricense de Seguro Social)
Se utilizó la aplicación como medio de comunicación desde el sector estatal para con los ciudadanos costarricenses, y además, llevó un conteo apropiado de la cantidad de casos sumado a un trabajo de identificación de posibles pacientes en riesgo. Todo fue posible desde un sistema de geolocalización, y también, de clasificación en base a edad, género y provincias.

La Organización Mundial de la Salud, desde la epidemia del ebola ha utilizado la aplicación “Go.Data” para lograr una investigacion y recolección de datos más minuciosa. A forma de colaboración, ha puesto esta herramienta a disposición del gobierno de Surinam, basandose en el asesoramiento de la Organización Panamericana de la Salud, en virtud al aporte de un préstamo. y gracias a la cooperación técnica del BID.
El poder gubernamental trabaja continuamente para evitar la propagación de casos en su nación y para eso la utilización de herramientas digitales sirvieron para un funcionamiento estructurado, para el control, como medio de comunicación, registro y contacto, según comenta Cleopatra Jessurun (directora del Ministerio de Salud de Surinam) y el director del programa IS4H, Jouke Locher.

El gobierno argentino, por otro lado, con el apoyo de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la OPS (Organización Panamericana de la Salud) ha desarrollado la aplicación “Cuidar”. La herramienta digital funciona como estrategia preventiva, detectar tempranamente los casos y garantizar la atención correspondiente y el seguimiento al ciudadano.

La aplicación funciona desde un proceso de autoevaluación del usuario quien pondrá sus datos en la aplicación, como resultado obtendrá un autodiagnóstico proporcionado por la herramienta para detectar síntomas compatibles con el Covid-19. Luego los datos son llevados y administrados por los Comités Operativos de Emergencia Provinciales (COEPs), quienes son los únicos en llevar a cabo procesos de seguimientos al paciente para contener la expansión del virus y evitar la saturación del sistema sanitario.
La app no solo brinda asistencia, sino, también se vincula con las políticas sociales aplicadas en toda la extensión del país, como por ejemplo realizar el trámite para la obtención del certificado de circulación. Según la Jefatura de Gabinete de Ministros “el eficaz funcionamiento de la aplicación hasta ahora ha potenciado las respuestas ante casos de contagio y atenuado la transmisión del virus, en cumplimiento de los objetivos de la política sanitaria.” (fragmento directo desde la página web de la Jefatura)

Vemos como en los tiempos modernos que atravesamos la tecnológica no solo cumple una función de entretenimiento, sea para leer un libro, ver un video, ver una pelicula, utilizar  alguna red social. Por el contrario, encontramos a la tecnología en un campo mucho más extenso del que mucho nos imaginamos llegando hasta la aplicación en la vida política.

Nuestra vida privada se ve continuamente afectada por las nuevas tecnologías y la adaptación a ellas, por ende, pensar al smartphone como una extensión de nuestra privacidad no es ninguna locura. Es por eso que el mundo contemporáneo debe responder a cuestiones de ética, de política, y de vida social donde se garantice al ciudadano su calidad como tal. Como consecuencia deben establecerse nuevos dispositivos de control, nuevos procesos políticos y adaptaciones en las instituciones estatales sobre la utilización de las plataformas para generar en el ciudadano una confianza de que sus derechos no están siendo vulnerados.

Estamos ante el desarrollo, especialmente en esta situación pandémica, de nuevas relaciones que se entrelazan entre el individuo y el Estado, al concederle el acceso a información como la geolocalización. Entiendo al Estado como el único capaz de un dominio legítimo sobre la ciudadanía, es posible que llegue el momento de la degeneración del uso de la aplicación destinando la información recopilada hacia otros fines con otras intenciones. Es por eso que los procesos comunicativos desde el Estado deben ser claros- sobre todo para generar un consenso en la relación gobierno-ciudadanos, y así poder crear un sistema adecuado para el beneficio común. La adaptación de los procesos y de los sistemas legislativos en la vida moderna respecto a la implementación de plataformas digitales deberán trabajar a la orden del día bajo la deliberación libre y contribuir al bienestar de los habitantes. 

Por Francisco Maciel Villarroel
Francisco Maciel Villarroel, de 19 años, es estudiante de la Licenciatura en Ciencias Políticas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (en Argentina). Sus áreas de interes abarcan los derechos y las libertades individuales, los sistemas políticos, los problemas de la democracia en las sociedades modernas, y  la política internacional.
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FUENTES 
https://www.iadb.org/es/mejorandovidas/respuestas-digitales-contra-el-coronavirus 
https://www.argentina.gob.ar/jefatura/innovacion-publica/acciones-coronavirus 
https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/app-cuidar-expertos-reclaman-cambios-mas-controles-nid2364104 
https://acij.org.ar/covid19yderechos/ 
https://www.cronista.com/columnistas/La-tecnologia-en-tiempos-de-pandemia-y-post-pandemia-20200424-0034.html

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