DESDE GUATEMALA- La pérdida de empleos ha incrementado mes a mes, dejando en suspenso el porvenir y la reactivación de la economía nacional en beneficio de los afectados por esta pandemia en sus respectivos países.
Diferentes naciones, han dictado sus propias restricciones gubernamentales y medidas sanitarias, con el fin de disminuir casos positivos y evitar saturar los hospitales. tanto privados como públicos. El noticiero de Deutsche Welle en español, hizo un recuento de cómo se encuentra la situación en diferentes países. Por ejemplo, señalan que en Alemania, Bélgica han optado por medidas más flexibles para sus habitantes permitiéndoles ciertas actividades no esenciales y el uso de la mascarilla no es obligatorio; mientras que España, Argentina, México y Colombia muestran restricciones mucho más limitadas, frenando la circulación normal del público para hacer cumplir el distanciamiento social, permitiéndoles salir únicamente para abastecerse de víveres y medicamentos para reducir contagios y muertes que a diario se han presentado en estos países. Estas disposiciones, claro, cambiarán de acuerdo con la evolución de la enfermedad en cada país.
En Guatemala, se han establecido restricciones que tienden a ser cambiantes, dependiendo del desarrollo de la enfermedad y número de contagios a diario. El primer caso de Coronavirus se dio el 13 de marzo del 2020 y al día siguiente se inició con las medidas y limitaciones como la suspensión de clases académicas y lugares públicos que suelen recoger aglomeraciones como iglesias, centros comerciales, eventos de más de 100 personas y conciertos. Se logró concentrar y aislar a los pocos contagiados, siendo efectivo todo este tipo de medidas; posterior a esto se inició con la obligación de utilizar mascarillas que a la fecha se mantiene, por la expansión de dicho virus. Lamentablemente en las últimas semanas se han incrementado los casos positivos, obligando al gobierno a imponer más medidas de prevención, por ejemplo, a inicios del mes de junio se dio la limitación de locomoción de matrículas, intercalado los número impares y pares. El sistema de salud se encuentra colapsado y cada día se suman nuevos casos y muertes.
El confinamiento es aquella reclusión que se le hace a alguien dentro de ciertos límites. Quedarse en casa, podríamos denominarlo ya como un confinamiento indefinido, ya que se ha excedido de una cuarentena. Esto ha dejado como consecuencia que las personas se encuentren más sensibles, hostiles, violentas y deprimidas por la situación en la que nos encontramos. La economía mundial también se encuentra alterada y decayendo, provocando daños a la sociedad, producción y ganancias para cada país. A nivel mundial, se escucha constantemente a gobernantes, celebridades, reporteros e incluso publicidad con el lema “Quédate en Casa”, promoviendo conciencia a las personas para que eviten, a toda costa, salir de sus casas para evitar contagios y muertes. El actual presidente de Guatemala, el Dr. Alejandro Giammattei, mencionó en una oportunidad, que su gobierno primero velará por la salud y luego por la economía del país, justificando que sin salud no puede existir una futura economía, desde cierto punto de vista, su razonamiento tiene sentido, ya que para que la reactivación del país se ponga nuevamente en marcha, debe estar la población sana y libre de este virus. Pero la única forma de frenar esta crisis sanitaria es siguiendo las medidas y limitaciones que el gobierno imponga, evitando imprudencias y dando atención al seguimiento de los contagiados y sus necesidades.
Podemos añadir que este daño internacional ha afectado a todos de cierta manera, que es un mal que todos estamos padeciendo, frenando nuestros planes, pero mantener una actitud positiva, una salud física y mental correcta para lidiar con el confinamiento es tarea de todos. Más que el confinamiento impuesto por la mayoría de los gobiernos se debe tomar como una responsabilidad que le corresponde al ciudadano en particular, cuidarse de contagiarse o de contagiar es la forma más práctica para frenar esta crisis. Promover una actitud positiva para aceptar los desafíos con los que estamos aprendiendo a vivir, como lo es aceptar que el uso de mascarillas y el distanciamiento social es temporal, quizá más tiempo que el que imaginábamos a inicios de esta pandemia, pero que cesará en el futuro. Se han dado otras pandemias y desastres naturales que han impactado en la historia, y nuestros antepasados lograron salir adelante y avanzar, empezando quizá desde cero, pero nuestra época, en cuanto a tecnología y conocimientos, ha avanzado en gran escala y aprovechar estos recursos nos da ventaja de las generaciones que lucharon con crisis de esta índole en el pasado.
En conclusión, podemos indicar que, más que un confinamiento obligatorio, como muchos lo ven, es solo una nueva forma de vida, la cual pretende concientizar a los seres humanos que en realidad es una responsabilidad civil, de tener consideración y prudencia con la forma de manejar esta pandemia y sus efectos dañinos para la sociedad, la economía y con las personas que son vulnerables a este virus. Un buen consejo que seguir es tomar las indicaciones dictadas en cada país con seriedad y responsabilidad para salir adelante y acortar el tiempo previsto para el fin de esta enfermedad.
Por Paola Reneé Alvarado Santa Cruz
Paola Reneé Alvarado Santa Cruz es una estudiante de 27 años próxima a recibirse de Abogada y Notaria en la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala con grado académico de Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales. Sus áreas de interés abarcan el Derecho Privado, el Derecho Civil y Corporativo, el Derecho Notarial y también al ámbito público. Le apasiona investigar y descubrir nuevos enfoques doctrinarios.
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