ARGENTINA- Nos encontramos en una situación única en la historia de la humanidad, por primera toda la raza humana se encuentra reunida, aportando su grano de arena en la lucha contra el COVID-19. Tanto es así que ahora mismo hay miles de científicos alrededor del mundo desarrollando ensayos clínicos que posiblemente nos facilitarán una vacuna en contra del virus para el próximo año, aunque los más positivos afirman que podrían tenerla para dentro de seis meses aproximadamente.
Perfil de América Latina y el Caribe 2019
La tendencia observada de flujos comerciales en la región es decreciente, durante el 2019 los valores de las exportaciones se contrajeron a razón de un -2.4% Esto se debe principalmente a dos razones: el impacto de los precios y la estancación de los volúmenes exportados.
Con respecto al impacto del precio, el mayor desencadenante de todo ello es el petróleo ya que durante 2019 su precio se contrajo en promedio un 10% en comparación con 2018. Pero está tendencia ha sido repetida por otros commodities, tales como la soja con un -4.5%, el café de Brasil -15% y el cobre -7%
En cuanto a los volúmenes exportados, los únicos países de la región que presentaron un crecimiento sostenido fueron Argentina (+13%) y Uruguay (+8% ) que se debió a la superación de una sequía muy importante el año previo y ello les permitió hacer frente a la baja de los precios de la soja. Los demás países o se desaceleraron o se contrajeron.
El cambio más llamativo y que afecta a estos volúmenes es la transformación en la demanda de los mayores socios comerciales de américa latina y el caribe, como por ejemplo el cambio más grande se dio en las importaciones chinas que sorpresivamente, se han contraído por primera vez en más de 10 años en un 1.7% cuyo crecimiento ha sido crucial para las economías regionales y se afirma que ha dejado de ser la “locomotora” de la región. Por otro lado, es importante mencionar la gran decaída del flujo comercial intrarregional que es de un -8.5% y a ello se le suma la caída de la demanda por parte de la Unión Europea que es a razón de un -8.4% siguiendo tendencias anteriores.
Estimaciones para el 2020
Por primera vez en los informes del BID se incluyó un modelo de la estimación de la tendencia, en el cual informa que al menos durante los primeros meses no habrá un cambio de tendencia por lo que continuará en sentido decreciente. Lo cual tiene sentido con la posible contracción del comercio mundial.
Con respecto a los posibles efectos de la crisis sanitaria actual, esta es una evaluación temprana que depende en gran medida de la dinámica activa de este fenómeno epidemiológico, por lo tanto, hasta que no se controle es muy difícil hacer predicciones económicas ya que no hay antecedentes que se puedan utilizar. Algunas de las razones de este punto son: la mayor integración de las cadenas de valor globales del presente, el tamaño relativo de la economía China y la intervención sobre la movilidad internacional.
De esta manera, se puede inferir en que es prematuro dimensionar cuantitativamente el impacto, aunque es posible evaluar los potenciales canales de transmisión económica de la crisis. Haciendo hincapié en el comercio de las mercancías se espera una convergencia muy poco común durante las crisis económicas que se refiere a shocks de oferta y demanda.
El shock de demanda hace referencia a que los socios de América Latina y el Caribe que han sido afectados notablemente por la pandemia van a reducir sus importaciones. Si tomamos como ejemplo el caso de China, ello repercutirá de distinta manera dependiendo de la integración comercial de cada país con el gigante asiático y la apertura de la economía de cada país. Para analizar esta situación Citibank realizó un índice de vulnerabilidad ante el coronavirus y como resultado ha dado que los países más expuestos a estas consecuencias son: Chile, Ecuador y Perú.
El shock de oferta en este caso se traduce en la dificultad que tienen las empresas de la región que importan partes y componentes por parte de los países más afectados por la pandemia, de hecho, ya hubo cortes en la producción de algunas empresas debido a este problema. Además de haber obstáculos en la logística a nivel mundial en puertos y aeropuertos, incluso en las aduanas han tenido que derivar personal de control de mercadería para el control de pasajeros que actualmente es muy importante para la contención del virus.
Todo esto es amplificado y se va a observar en el corto plazo a través del impacto en el precio de los commodities, en mayor medida se observa en el petróleo: En enero el Brent estaba alrededor de 65 usd el barril y al momento de la realización de este artículo se encuentra a 27,38 usd estamos hablando de una pérdida del 65% en apenas 2 meses y esto es sumamente importante para algunos países de la región ya que dependen en gran medida de la exportación de este mineral como por ejemplo Venezuela. Las dificultades que atraviesa el país son críticas debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, la baja en la producción local, y esta disminución abrupta en los precios. Por ello, el gobierno de Nicolás Maduro acudió al FMI por 5000 millones de dólares y fue rechazado ya que no hay reconocimiento internacional del gobierno.
Por otro lado, las exportaciones de servicios cuentan con una naturaleza completamente diferente y en este caso el sector de los servicios que en América Latina cuenta solamente con el 15% de las exportaciones totales, en algunas regiones como el Caribe este número aumenta al 40%. Este sector también se verá afectado sobre todo en el sector de turismo que será completamente distintito, va a tener un impacto severo por la creciente propensión al riesgo que implica realizar un viaje. Esto es realmente preocupante sobre todo para la economía peruana que ya esperan pérdidas superiores a los 100 millones de dólares en el sector.
En el caso del sector del transporte se estima que seguirá la tendencia del comercio internacional de bienes a medida que disminuya el flujo de mercancías habrá menos servicios de transporte. En el caso de los servicios empresariales se verán indirectamente afectados debido a la baja de la actividad económica que sufre la región.
La pérdida en el sector de servicios es completamente distinta a la pérdida del comercio de bienes ya que en esta se puede stockear los productos, en el caso de los servicios esto no es posible por lo cual sufrirán pérdidas instantáneas que no se podrán recuperar. Por lo tanto, el impacto se espera que sea más importante en este sector de la economía.Por todo lo antes mencionado, Moody’s Analytics estima una contracción superior al 2% para América Latina muy por sobre la media mundial cuya caída se estima en un 0.2% a nivel global.
Por Aylen Camodeca
Aylen Camodeca, de 20 años, es estudiante de Comercio Internacional de la Universidad Nacional de La Matanza (Argentina). Es miembro del equipo de investigación de dicha institución. Sus ámbitos de interés incluyen la economía internacional, la tecnología blockchain, los mercados financieros, el marketing, las políticas macro-económicas, y la neurociencia.
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