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jueves, 5 de marzo de 2020

El DERECHO A ESCUCHAR: PODER, FEMINISMO, Y CULTURA

Es trabajo de todos escuchar las necesidades o hechos que afectan nuestro bienestar, tanto individual como colectivo. Ese trabajo se puede lograr a través de la creación de diálogos y foros en donde se manifiesten las vulnerabilidades de la población, haciendo encuestas en temas primordiales, velando por el debido cumplimiento de las leyes. “El interés social prevalece sobre el interés particular.” Así lo señala la Constitución Política de la República de Guatemala, en su artículo 44. 


DESDE GUATEMALA- Algunos considerarán que este derecho ya se les concede tácitamente a las personas usando de justificación la libertad de expresión, que no en todos los sitios se da; otros opinarán que como derecho no puede ser considerado como tal, ya que es natural del ser humano comunicar sus ideas, intereses y desacuerdos cuando su hábitat empieza a encontrarse vulnerado por situaciones en las que se deja al margen a la sociedad, silenciando su derecho a ser escuchada debido a la falsa democracia con la que lidian diferentes naciones, ya que la autoridades estatales, no prestan la atención debida a dicha vulneración. El Ius-Naturalismo es una tendencia contemporánea relacionada al Derecho Constitucional, cuyo objeto, es hacer valer derechos que son inherentes al ser humano, y que no necesariamente están plasmadas en la legislación de su territorio, pero por el simple hecho de ser personas tienen estos derechos tácitos, y en mi opinión creo que el derecho a escuchar es uno de ellos, ya que es inminentemente necesario, además, es el medio idóneo para dar a conocer nuestras necesidades.
De otra manera, podemos decir que, el humano tiende a expresar sus pensamientos con el fin de ser escuchados, para que se tomen en cuenta sus necesidades, y la única manera de solucionarlo es escuchar. 
La Real Academia Española, define escuchar como la acción de prestar atención a lo que se oye. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia; a diferencia de la palabra oír, que esta misma academia la explica como percibir con el oído los sonidos. Es decir, existe una diferencia que tiende a confundirse como sinónimos, ya que la primera acción se establece como una forma de atender al comunicado que se percibe por el oído, y la acción de oír que se escucha el sonido que se percibe, pero de manera vaga, es decir, no necesariamente prestando la atención debida a lo percibido por el oído. Podrán ser considerados como sinónimos, ya que en ambas acciones se utiliza el sentido del oído, pero tienen diferente finalidad y resultados desiguales. 
El Poder
Una vez, me hicieron una pregunta retórica. Me preguntaron ¿Qué es más importante el poder o el dinero? Me tomé unos segundos para analizar la pregunta, muchos considerarán que el poder es lo más importante, y naturalmente así es, pero actualmente esto se ha ido descarrilando del camino original, ya que sin dinero no existe el poder. La corrupción ha comprado el poder con caudal. Muchos cargos de alta jerarquía se logran por prácticas como el cohecho, “si me das una remuneración, te consigo un puesto jerárquico alto”, torciendo de forma extrema la honestidad del cargo o puesto que pretenden desempeñar. ¿Y qué relación existe entre este factor corrupto y el derecho a escuchar? Pues, es simple, vinculemos un cargo de servidor público a escuchar al pueblo de una nación. Si se compra un puesto público, aparte de extralimitarse respecto al ordenamiento jurídico de un país, se está comprando a una persona para que ejerza el puesto o cargo de manera deshonesta, sin experiencia, sin conocimientos doctrinarios sobre qué simboliza y por lo que vela dicho cargo, que a lo largo de su distorsionada práctica pasará por encima de escuchar al ciudadano, ya que si se consigue un puesto de esta manera, es porque su finalidad en el desempeño de este será para fines corruptos, dejará por un lado la verdadera esencia del cargo y silenciará el derecho a ser escuchados de las personas. 
Permitir que esto ocurra en el sistema ejecutivo, legislativo y judicial de un Estado, corrompe el bien común y la armonía que debe existir dentro de la esfera de la sociedad, dejando sin oídos a las peticiones de las personas. Asimismo, frena la economía, cultura, desarrollo nacional, educación, trabajo y un sinfín de tópicos importantes para la buena marcha de un país unido. Estas malas prácticas han dejado sin voz y sin voto, a personas honestas que podrían desempeñar un servicio público, quitando oportunidades laborales para el ejercicio de diferentes profesiones. Los famosos “conectes” o “cuellos” como vulgarmente se les llama, son aquellas personas que nombran a sus amistades de confianza en cargos fundamentales, desconociendo la naturaleza del puesto, dejando atrás a quienes sí se han cultivado, estudiado y ganado experiencia para esos puestos, permitiendo la entrada a personas inexpertas en materias importantes y esenciales para el manejo de distintas instituciones públicas. Vulnera el derecho al trabajo de personas que sí se han preparado para dichos puestos, y simplemente se deja de escuchar a quienes tienen las ideas acertadas, a los proyectos ideales, al ánimo de estas para sacar adelante a su país. 
Si se dejan de escuchar las voces de un pueblo, esto conlleva a vulnerar al resto de derechos inherentes al hombre. Debemos escucharnos entre unos y otros, velar por el cumplimiento de las leyes, apoyarnos hasta donde sea posible y no prestar atención a los malos hábitos que han deformado la ideal sociedad en paz, por malas prácticas tienen consecuencias que callan las peticiones de las personas por la que cada país lucha para frenar la corrupción y el poder mal gestionado.
El Derecho de Escuchar al Feminismo
Este movimiento que tiende a aplicarse al género femenino, es el derecho de la mujer a ser considerada en igualdad en cuanto a derechos con el género masculino, pero como expusimos anteriormente, la mujer debe ser escuchada para lograr esa igualdad. Y prácticamente se dirige a los oídos de los hombres, que por siglos han sido los que gobiernan, los que tienen la última palabra. 
Mujeres de diferentes razas, culturas, idiomas, edades y niveles económicos, han logrado hacer escuchar sus voces, por ejemplo Greta Thunberg, una adolescente de 17 años que padece el síndrome de Asperger, activista medioambiental sueca, se ha dedicado desde muy corta edad, a cambiar su estilo de vida para proteger el medio ambiente y poder ser ejemplo para otras personas en cuanto a la reducción de contaminación en el mundo, con el objeto de hacer un planeta más sano y habitable para las próximas generaciones. En julio de 2019, como parte de una colaboración con una banda británica, Greta expuso lo siguiente: “Estamos ante un desastre de sufrimientos acallados para enormes cantidades de personas. Y ahora no es el momento de hablar cortésmente o centrarse en lo que podemos o no podemos decir. Ahora es el momento de hablar con claridad, ahora es tiempo de desobediencia civil. Esto no es solo una declaración de una adolescente cualquiera, sino que pone en una situación incómoda a todos aquellos que han querido callar las iniciativas de activistas para ser escuchadas nuestras peticiones. Esto marca un inicio para poner en práctica el derecho a ser escuchados como seres humanos. 
También podemos ver reflejado el feminismo, en la ex actriz estadounidense, Meghan Markle, quien siendo de descendencia afroamericana, divorciada, contrajo matrimonio con un miembro de la Familia Real, el Príncipe Enrique, Duque de Sussex, abriendo un camino que nadie más ha tomado, terminando con el círculo tan estricto de tradiciones de estos personajes. A inicios del año 2020, anunciaron su separación definitiva con la Familia Real, para poder independizarse económica y físicamente de ellos. Esto es una gran revelación por parte de ella, ya que esto no ha sido logrado por nadie, y siendo mujer y con acontecimientos en su vida personal que dan lugar a prejuicios sociales, ella ha alcanzado una figura poderosa ante las mujeres a nivel mundial. Además, antes de su controversial matrimonio con el Príncipe Enrique, Markle fue consejera de la organización benéfica internacional One Young World. Presenció la cumbre de 2014 en Dublín, donde se tocaron temas de igualdad de género y la esclavitud actual. Ese mismo año, visitó Afganistán y España como parte de la United Service Organizations. En 2016, se convirtió en embajadora mundial de la World Vision Canada, participando en la campaña Agua Limpia en Ruanda, para proveer agua potable, salubre y segura en esta área. Visitó India, para crear conciencia sobre temas relativos a la mujer. Su estadía en India, inspiró a Markle a escribir un artículo para la revista Time, que exponía la estigmatización de las mujeres respecto a su salud femenina. Trabajó en la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer como conocedora de Leyes, es decir, Abogada. Ella se considera feminista por las labores que ha logrado alcanzar con su activismo inclinado hacia el feminismo, para ayudar a los derechos de las mujeres para ser escuchados. En 2018, fue incluida dentro de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time.  
Podemos mencionar a cientos de cientos de mujeres que han luchado y velado por el cumplimiento de la igualdad de género por siglos y pero que pocas han logrado alcanzar aportando grandes ideas y propuestas en el mundo, pero gracias a que han podido hacerse escuchar y que se han dirigido a aquellos quienes tienen la atención de sus palabras.
Pero todo movimiento tiende a tener aspectos negativos, cuando se dejan de escuchar las voces que piden auxilio. Ha sido tan exhausta esta lucha, que el feminismo se ha deformado de manera desesperada para hacer escuchar sus peticiones y derrocar el patriarcado que nos ha dominado por siglos. Y como cualquier movimiento social, se puede hacer de manera correcta o errónea, dependiendo de la forma en que se preste atención a las peticiones de las mujeres. 
Claro está, que la violencia nunca ha solucionado nada, solo agrava el problema en común, pero si la superioridad patriarcal escuchara las razones por las cuales se ha soltado un sinfín de malas prácticas para hacerse escuchar, la situación cambiaría. Países enteros, tendrían cambios significativos para su desarrollo, tanto a nivel nacional como internacional. Y la solución siempre recaerá en escuchar las necesidades de las mujeres que han luchado por alzar nuestras voces, con el objeto de ser percibidas y tomadas en cuenta. 
Guatemala
Guatemala es un país Centroamericano, conocido como el país de la “Eterna Primavera”, por sus espectaculares paisajes, sus pintorescas costumbres y tradiciones; pero que su sistema ha sido corrompido por la corrupción de los gobernantes y superiores jerárquicos con poder, afectado desde su cultura hasta su reflejo ante los demás países a nivel mundial. El Instituto Nacional de Estadística ha estimado que en el año 2020 Guatemala, tendrá una población de 18,055,025 personas aproximadamente. ¿Cómo pueden escucharse las voces de un número tan elevado de habitantes?
En el período de gobierno a cargo del Presidente Otto Pérez Molina, de la mano de la Vicepresidenta Roxana Baldetti, se dieron hechos de corrupción serios. Durante este gobierno, se introdujo la Comisión Nacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), órgano con independencia dentro del territorio nacional y apoyo para el Ministerio Público, en cuanto a investigaciones de persecuciones de crímenes graves de impunidad.
El 25 de abril de 2015 ocurrió una manifestación masiva y pacífica, último año de dirección y mando de este gobierno, alrededor de veinte y treinta mil ciudadanos, se reunieron en la Plaza de la Constitución para manifestar el deseo de frenar la extrema corrupción que sufríamos como sociedad, haciendo la petición de la renuncia de estos gobernantes, para que fueran desligados de su derecho de antejuicio y hacerlos responsables de varias investigaciones penales para poder ser procesados y condenados, acorde a las leyes pertinentes, y hacer escuchar las voces de miles de guatemaltecos. Este es un ejemplo, de que, si hacemos algo para solucionar un problema en genera, de la manera correcta, hacia las personas que nos dirigen, que tienen el poder en el país, y que no están haciendo buen uso de él, podemos ser escuchados; incluso fuimos sintonizados en el extranjero, apareciendo en noticieros, y siendo un ejemplo para otras patrias que padecen de lo mismo.
Es trabajo de todos escuchar las necesidades o hechos que afectan nuestro bienestar, tanto individual como colectivo. Ese trabajo se puede lograr a través de la creación de diálogos y foros en donde se manifiesten las vulnerabilidades de la población, haciendo encuestas en temas primordiales, velando por el debido cumplimiento de las leyes. “El interés social prevalece sobre el interés particular.” Así lo señala la Constitución Política de la República de Guatemala, en su artículo 44. 
Redes Sociales
Si bien es cierto que, este medio de comunicación ha crecido globalmente a través de las últimas dos décadas, nos han ayudado a comunicarnos a grandes distancias, facilitando conversaciones, ampliado el mercado, proveen información sobre hechos trascendentales que ocurren por todo el globo terráqueo, brindan datos importantes al alcance de cualquiera que tiene un dispositivo inteligente, y nos llenan de conocimiento con tan solo un “click”. 
El derecho a ser escuchados, como seres humanos, no solo debe ser a través de forma oral. Ya que, por medio de las redes sociales, se pueden escuchar las voces de cualquier habitante del planeta Tierra. Es un medio que las personas utilizan para expresar sus emociones, sus molestias, sus puntos de vista, sus estudios y conocimientos sobre cualquier ciencia, es tan extensa la marca que dejan estas nuevas metodologías electrónicas, que la libertad de expresión es simplemente un hecho con el que vivimos día con día. 
Debido a estos cambios de la época actual, es que podemos hacernos escuchar por medio de publicaciones y que nuestras amistades, familiares y seguidores puedan ser influenciados por ellos. Cabe mencionar que, al estar al alcance de cualquier ser humano, es fácil entorpecer la información verdadera. Existen noticias falsas o datos que alardean crisis de manera exagerada, esparciendo temor, enojo o angustias entre los cibernautas. Debemos aprender a empaparnos de información real, verificar la fuente por medio de la cual se da a conocer una noticia, un producto, una reunión, una manifestación, un acontecimiento político, científico, cultural, económico, etc. Desde un punto de vista distinto, podemos decir que tenemos oídos a través de la vista, ya que por medio de lo que vemos en estas redes digitales, podemos escuchar a las demás personas. 
Aprender a escuchar es parte de solucionar un problema. Podemos ser emisores de un mensaje, pero si los receptores no lo entienden o no lo captan adecuadamente, probablemente su fin no sea el que esperamos o tengan faltas que puedan perjudicarnos. Escuchar es necesario para poder sanar como planeta Tierra, para cerrar heridas que anteriormente hemos tenido expuestas. Querer cambiar diferentes situaciones críticas, como los efectos que produce, a nivel mundial, cambios climáticos, cooperar con evitar la contaminación con la que vivimos, enterarnos de protestas y crímenes, entre otras noticias, no pueden ser solucionados si no nos escuchamos. Cabe mencionar, que siempre existirán las voces que quieran perjudicar al prójimo, pero es por ello por lo que es imperativo saber escuchar, y al mismo tiempo, aprender a expresarse claramente para que, a lo largo de encontrar la solución, unidos sea más sencillo entendernos. 
El derecho a escuchar es vital entre los seres humanos. Incluso los animales, se comunican y estos aprenden a escucharse entre sus especies, ¿por qué nosotros no podríamos ser superiores en inteligencia a los animales, al aprender a escucharnos entre nuestra especie? 


Escuchar es la herramienta principal para mejorar nuestros defectos, frenando toda problemática que surja en cada región de nuestro planeta. El Derecho a Escuchar, probablemente sea el inicio para terminar con guerras y descontentos entre naciones, es el inicio para hacer grandes cambios en colaborar con mostrar apoyo para cambiar las situaciones que agobian al ser humano. El Derecho a Escuchar es y será siempre el primer paso para mejorar para esta y futuras generaciones.
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Por Paola Reneé Alvarado Santa Cruz
Paola Reneé Alvarado Santa Cruz es una estudiante de 27 años próxima a recibirse de Abogada y Notaria en la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala con grado académico de Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales. Sus áreas de interés abarcan el Derecho Privado, el Derecho Civil y Corporativo, el Derecho Notarial y también al ámbito público. Le apasiona investigar y descubrir nuevos enfoques doctrinarios.

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