En aquel momento, el mandatario estadounidense había calificado este pacto como un paso fundamental para un “futuro comercial justo y recíproco” (Economía - Deutsche Welle, 2020). El dirigente chino, por su parte, alegó que el tratado resultaría beneficioso tanto para China, Estados Unidos como para el resto del mundo. La postura cordial hacia Xi Jinping se mantuvo incluso cuando el brote de coronavirus se disparó en China, sin embargo, una vez que la enfermedad alcanzó las ciudades de la potencia occidental, Trump cambió su discurso.
Fue entonces cuando comenzaron las acusaciones cruzadas entre miembros del gobierno de ambas administraciones; por un lado, Donald Trump califica peyorativamente al COVID-19 como “virus chino” y culpa al gigante asiático de haber ocultado información que podría haber evitado la expansión pandémica del mismo. Así, Washington retiró el financiamiento de la Organización Mundial de la Salud, a la cual acusó de encubrir la expansión del virus.
Por el otro, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, aduce que el virus pudo haber sido transportado desde los Estados Unidos hacia Wuhan al realizarse, en octubre de 2019, los “Juegos Mundiales Militares” (Redacción BBC, 2020).
Lo cierto es que, dichas incriminaciones no hacen más que aumentar las tensiones entre ambas potencias y, consecuentemente, la incertidumbre a nivel mundial; como ha sido expresado por Nadège Rolland, la presión ejercida por la crisis sanitaria actual afecta tanto a Washington como a Pekín, frente a lo cual aumenta la peligrosidad de un conflicto entre ambos países (Deutsche Welle, 2020).
Es en este contexto que Donald Trump amenaza con romper todas las relaciones con el gigante asiático. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las economías de ambos países se encuentran fuertemente entrelazadas, frente a lo cual, un desacoplamiento económico podría resultar perjudicial no sólo para China, sino también para los Estados Unidos, que tiene múltiples empresas que tercerizan su producción en el país asiático, por ejemplo, Apple con los celulares iPhone.
Algunas personas alegan que se está configurando una nueva “Guerra Fría” que, nuevamente, tiene como contrincante a un líder comunista, pero esta vez es China con Xi Jinping y no la URSS quien se opondría a los Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia del conflicto del siglo pasado, ahora la economía estadounidense se relaciona con la de su contrincante, algo que no sucedía con la Unión Soviética.
Lo que sí se puede aseverar es un posible cambio en el sistema internacional, dado que ya no hablamos de un liderazgo centralizado en Washington; en este sentido, Xi Jinping está haciendo grandes esfuerzos por atraer a otros países bajo su esfera de influencia.
Como se plantea desde el realismo estructural, el sistema internacional es inherentemente competitivo, sin embargo, desde el fin de la Guerra Fría en los años ’90, Estados Unidos se ha mantenido como la unidad que mayores capacidades concentraba en el sistema internacional. En paralelo, China comenzaba su crecimiento en la década del ’70 con la llegada de Deng Xiaoping al poder, que aplicó medidas económicas favoreciendo la llegada de Inversión Extranjera y promovió Zonas Económicas Especiales en las ciudades costeras del país para fomentar el desarrollo de estas.
Durante décadas China se ha dedicado a crecer económicamente y mostrarle al mundo que el éxito económico no depende de ser una democracia liberal como propone Washington, ya que ellos con un gobierno autoritario lograron prosperar. Hoy, la China de Xi Jinping cuenta con capacidades que podrían llegar a disputarle el lugar a los Estados Unidos, generado un sistema internacional bipolar.
Un ejemplo de la ambiciosa visión china es el proyecto de la nueva ruta de la seda también conocida como “One Belt One Road”, que Xi Jinping decidió lanzar en 2013. La misma implica una ruta terrestre y marítima que une a Asia, África y Europa, lo cual involucra a 71 países, es decir, un cuarto del PBI mundial (Kuo & Kommenda). La iniciativa supone grandes inversiones por parte del gigante asiático en obras de infraestructura en distintos países; esto conlleva costos considerables para los países que aceptan la financiación china, sobre todos los Estados menos desarrollados.
A la vez, la pandemia deja a la vista la ausencia de un liderazgo mundial que usualmente era asumido por Estados Unidos. Este “vacío de poder” es, naturalmente, aprovechado por China que intenta mejorar su imagen internacional brindando ayuda sanitaria con equipamientos médicos a diferentes países.
Una polarización del escenario internacional en torno a Washington y Pekín llevaría a los Jefes de Estado alrededor del mundo a adoptar un bando, esto pondría en jaque a muchos países latinoamericanos que tienen como principal socio comercial a China y una relación históricamente pragmática con Estados Unidos; sin embargo, Europa también se vería en una encrucijada, sobre todo teniendo en cuenta que la economía de dichos países está más ligada al gigante asiático que a Estados Unidos. A esto último debe agregarse el hecho de que en 2019 Italia, Grecia y Portugal se sumaron al proyecto chino de la nueva ruta de la seda.
Según expresó Stephen Walt, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Harvard, en una entrevista para el diario Perfil, él considera que el mundo que se devendrá post pandemia será bipolar, frente a lo cual Washington debería enfocarse en incrementar sus alianzas en Asia de modo que China no pueda encabezar la dominación política de la región (Dario, 2020). Es probable que, en este contexto, Estados Unidos busque no descuidar a su primera periferia, ya que es de gran relevancia estratégica para la potencia americana; abarca desde México, pasando por América central y el Caribe, hasta las fronteras sur de Colombia y Venezuela (Russell & Calle).
Así, si bien se pueden visualizar algunos lineamientos de lo que podría llegar a suceder en el escenario internacional, el futuro aún es incierto y depende de múltiples factores: las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el fin de la pandemia y la creación de una vacuna, y cómo continuará procediendo China en este contexto.
Fuentes:
Bradsher, K. (20 de enero de 2020). El pacto entre China y Estados Unidos podría continuar con la guerra comercial. The New York Times. Obtenido de https://www.nytimes.com/es/2020/01/20/espanol/negocios/acuerdo-china-estados-unidos.html
Dario, L. (julio de 2020). Stephen Walt: "La pandemia ha dañado más a Estados Unidos que a China". Perfil. Obtenido de https://www.perfil.com/noticias/internacional/entrevista-a-stephen-walt-dijo-la-pandemia-ha-danado-mas-a-estados-unidos-que-a-china.phtml
Deutsche Welle. (12 de junio de 2020). DW Documental. EE. UU. contra China. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=_EzfGrTEgDU
Economía - Deutsche Welle. (15 de enero de 2020). EE.UU. y China sellan “trascendental” primera fase del acuerdo comercial. Deutsche Welle. Obtenido de https://www.dw.com/es/eeuu-y-china-sellan-trascendental-primera-fase-del-acuerdo-comercial/a-52017926
Kuo , L., & Kommenda, N. (s.f.). What is China's Belt and Road Initiative? The Guardian. Obtenido de https://www.theguardian.com/cities/ng-interactive/2018/jul/30/what-china-belt-road-initiative-silk-road-explainer
Redacción BBC. (29 de mayo de 2020). Estados Unidos vs China: 5 frentes de disputa entre Washington y Pekín en medio de la pandemia. BBC. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52815758
Redacción BBC. (14 de abril de 2020). Trump contra la OMS: el presidente suspende la financiación de EE.UU. a la organización por la gestión de la pandemia. BBC. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52289020
Russell, R., & Calle, F. (s.f.). La "periferia turbulenta" como factor de expansión de intereses de seguridad de Estados Unidos en América Latina. Programa Buenos Aires de Histroria Política del siglo XX. Obtenido de http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/russell1.pdf
Fue entonces cuando comenzaron las acusaciones cruzadas entre miembros del gobierno de ambas administraciones; por un lado, Donald Trump califica peyorativamente al COVID-19 como “virus chino” y culpa al gigante asiático de haber ocultado información que podría haber evitado la expansión pandémica del mismo. Así, Washington retiró el financiamiento de la Organización Mundial de la Salud, a la cual acusó de encubrir la expansión del virus.
Por el otro, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, aduce que el virus pudo haber sido transportado desde los Estados Unidos hacia Wuhan al realizarse, en octubre de 2019, los “Juegos Mundiales Militares” (Redacción BBC, 2020).
Lo cierto es que, dichas incriminaciones no hacen más que aumentar las tensiones entre ambas potencias y, consecuentemente, la incertidumbre a nivel mundial; como ha sido expresado por Nadège Rolland, la presión ejercida por la crisis sanitaria actual afecta tanto a Washington como a Pekín, frente a lo cual aumenta la peligrosidad de un conflicto entre ambos países (Deutsche Welle, 2020).
Es en este contexto que Donald Trump amenaza con romper todas las relaciones con el gigante asiático. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las economías de ambos países se encuentran fuertemente entrelazadas, frente a lo cual, un desacoplamiento económico podría resultar perjudicial no sólo para China, sino también para los Estados Unidos, que tiene múltiples empresas que tercerizan su producción en el país asiático, por ejemplo, Apple con los celulares iPhone.
Algunas personas alegan que se está configurando una nueva “Guerra Fría” que, nuevamente, tiene como contrincante a un líder comunista, pero esta vez es China con Xi Jinping y no la URSS quien se opondría a los Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia del conflicto del siglo pasado, ahora la economía estadounidense se relaciona con la de su contrincante, algo que no sucedía con la Unión Soviética.
Lo que sí se puede aseverar es un posible cambio en el sistema internacional, dado que ya no hablamos de un liderazgo centralizado en Washington; en este sentido, Xi Jinping está haciendo grandes esfuerzos por atraer a otros países bajo su esfera de influencia.
Como se plantea desde el realismo estructural, el sistema internacional es inherentemente competitivo, sin embargo, desde el fin de la Guerra Fría en los años ’90, Estados Unidos se ha mantenido como la unidad que mayores capacidades concentraba en el sistema internacional. En paralelo, China comenzaba su crecimiento en la década del ’70 con la llegada de Deng Xiaoping al poder, que aplicó medidas económicas favoreciendo la llegada de Inversión Extranjera y promovió Zonas Económicas Especiales en las ciudades costeras del país para fomentar el desarrollo de estas.
Durante décadas China se ha dedicado a crecer económicamente y mostrarle al mundo que el éxito económico no depende de ser una democracia liberal como propone Washington, ya que ellos con un gobierno autoritario lograron prosperar. Hoy, la China de Xi Jinping cuenta con capacidades que podrían llegar a disputarle el lugar a los Estados Unidos, generado un sistema internacional bipolar.
Un ejemplo de la ambiciosa visión china es el proyecto de la nueva ruta de la seda también conocida como “One Belt One Road”, que Xi Jinping decidió lanzar en 2013. La misma implica una ruta terrestre y marítima que une a Asia, África y Europa, lo cual involucra a 71 países, es decir, un cuarto del PBI mundial (Kuo & Kommenda). La iniciativa supone grandes inversiones por parte del gigante asiático en obras de infraestructura en distintos países; esto conlleva costos considerables para los países que aceptan la financiación china, sobre todos los Estados menos desarrollados.
A la vez, la pandemia deja a la vista la ausencia de un liderazgo mundial que usualmente era asumido por Estados Unidos. Este “vacío de poder” es, naturalmente, aprovechado por China que intenta mejorar su imagen internacional brindando ayuda sanitaria con equipamientos médicos a diferentes países.
Una polarización del escenario internacional en torno a Washington y Pekín llevaría a los Jefes de Estado alrededor del mundo a adoptar un bando, esto pondría en jaque a muchos países latinoamericanos que tienen como principal socio comercial a China y una relación históricamente pragmática con Estados Unidos; sin embargo, Europa también se vería en una encrucijada, sobre todo teniendo en cuenta que la economía de dichos países está más ligada al gigante asiático que a Estados Unidos. A esto último debe agregarse el hecho de que en 2019 Italia, Grecia y Portugal se sumaron al proyecto chino de la nueva ruta de la seda.
Según expresó Stephen Walt, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Harvard, en una entrevista para el diario Perfil, él considera que el mundo que se devendrá post pandemia será bipolar, frente a lo cual Washington debería enfocarse en incrementar sus alianzas en Asia de modo que China no pueda encabezar la dominación política de la región (Dario, 2020). Es probable que, en este contexto, Estados Unidos busque no descuidar a su primera periferia, ya que es de gran relevancia estratégica para la potencia americana; abarca desde México, pasando por América central y el Caribe, hasta las fronteras sur de Colombia y Venezuela (Russell & Calle).
Así, si bien se pueden visualizar algunos lineamientos de lo que podría llegar a suceder en el escenario internacional, el futuro aún es incierto y depende de múltiples factores: las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el fin de la pandemia y la creación de una vacuna, y cómo continuará procediendo China en este contexto.
Por Zoë Lena Salame
Zoë Lena Salame, de 20 años, es estudiante de la carrera de Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Argentina de la Empresa. Sus áreas de interés abarcan la política latinoamericana, la política comparada y los liderazgos populistas.
Fuentes:
Bradsher, K. (20 de enero de 2020). El pacto entre China y Estados Unidos podría continuar con la guerra comercial. The New York Times. Obtenido de https://www.nytimes.com/es/2020/01/20/espanol/negocios/acuerdo-china-estados-unidos.html
Dario, L. (julio de 2020). Stephen Walt: "La pandemia ha dañado más a Estados Unidos que a China". Perfil. Obtenido de https://www.perfil.com/noticias/internacional/entrevista-a-stephen-walt-dijo-la-pandemia-ha-danado-mas-a-estados-unidos-que-a-china.phtml
Deutsche Welle. (12 de junio de 2020). DW Documental. EE. UU. contra China. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=_EzfGrTEgDU
Economía - Deutsche Welle. (15 de enero de 2020). EE.UU. y China sellan “trascendental” primera fase del acuerdo comercial. Deutsche Welle. Obtenido de https://www.dw.com/es/eeuu-y-china-sellan-trascendental-primera-fase-del-acuerdo-comercial/a-52017926
Kuo , L., & Kommenda, N. (s.f.). What is China's Belt and Road Initiative? The Guardian. Obtenido de https://www.theguardian.com/cities/ng-interactive/2018/jul/30/what-china-belt-road-initiative-silk-road-explainer
Redacción BBC. (29 de mayo de 2020). Estados Unidos vs China: 5 frentes de disputa entre Washington y Pekín en medio de la pandemia. BBC. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52815758
Redacción BBC. (14 de abril de 2020). Trump contra la OMS: el presidente suspende la financiación de EE.UU. a la organización por la gestión de la pandemia. BBC. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52289020
Russell, R., & Calle, F. (s.f.). La "periferia turbulenta" como factor de expansión de intereses de seguridad de Estados Unidos en América Latina. Programa Buenos Aires de Histroria Política del siglo XX. Obtenido de http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/russell1.pdf
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