OPINIÓN| El “monotema” de la actualidad: ¿Qué comunican los que comunican?

No está demostrado científicamente que los medios de comunicación influyan en nuestras opiniones, no las generan ni las cambian pero si nos obligan a poner en la mesa temas que la sociedad discute hasta que llega el siguiente. Previo a la declaración del brote del nuevo coronavirus como pandemia, el colectivo feminista más activo y presente en las redes sociales, cuestionó ¿por qué tanta alarma y preocupación por el coronavirus cuando una mujer muere víctima de la violencia de género cada 23 horas en la Argentina? Por lo que surgió el mismo cuestionamiento haciendo referencia a los niños muertos por desnutrición en comunidades salteñas, el dengue y el sarampión.

DESDE ARGENTINA-

LA RESPONSABILIDAD DE COMUNICAR

Por definición el periodismo es 

una ciencia y actividad profesional que, en términos generales, consiste en la obtención, tratamiento, interpretación, redacción y difusión de informaciones

y los periodistas son los encargados de ello, tienen la inmensa tarea de mantener informada a la sociedad de los más diversos temas, de brindar la información a la que el ciudadano promedio no tiene acceso. En la actualidad, existen tantos medios como ideologías y están disponibles las 24 horas del día, los 7 días a la semana para ser consultados. Constantemente. Dotados de múltiples medios de comunicación social como son la prensa, la radio, la televisión. El propósito principal del periodismo es proporcionarle a los ciudadanos, información veraz y oportuna para hacer valer sus derechos ante la sociedad. 

LAS REDES SOCIALES

Con el innegable avance de la tecnología, la velocidad con la que se emiten y reciben mensajes es asombrosa y las redes sociales que tenemos en nuestros “teléfonos inteligentes” se han convertido en los periódicos de estos tiempos. Con apps que ocupan muy poco espacio de almacenamiento, podemos acceder al contenido de la BBC, a la CNN, a diarios como El País y The Guardian, que además están disponibles en Instagram, Twitter, Facebook, donde pueden obtener feedback instantáneo de sus lectores, proponen dinámicas e invitan a sus seguidores a enviar su propio contenido. Sin el tiempo de sentarse a oír los noticieros de la TV por cable clásico, sumado la facilidad de poder enterarse de las noticias más relevantes en pocos caracteres, el "social media" se ha convertido en el enemigo de los clásicos noticieros repletos de expertos, panelistas y especialistas invitados. 

FAKE NEWS

Con la psicosis que generó el aumento abrupto de contagiados por el coronavirus se intentaron abrir camino distintos medios y plataformas independientes con las famosas "fake news" – falsas noticias – con información dudosa y de fuentes poco confiables, transcendidos se han viralizado más que la misma pandemia. Los audios e infografías replicadas sin fin por WhatsApp, comenzaron a despertar dudas y temores en los lectores. En el caso de Argentina, el Gobierno Nacional se vió forzado a lanzar una campaña promoviendo la difusión responsable del alud de artículos de opinión e información que se comparten. La Ministra de Seguridad, Sabina Frederic,  anunció al “ciberpatrullaje” como medida para hacer cumplir la cuarentena preventiva y obligatoria, y prevenir casos de grooming. 

CORONA-NOTICIAS

Distintos medios y plataformas intentan ser escuchados mientras comunican otras noticias que no están relacionadas al COVID-19: ¿esto los convierte en irresponsables? ¿Los condena a no ser leídos por no hablar de lo que a la mayoría ataña? La pandemia ciertamente tomó al mundo por sorpresa, pero, ¿acaso no es necesario conocer más que el número de contagios y muertes por el coronavirus? los casos de dengue a nivel local, el aumento del registro de víctimas de violencia de género y femicidios ocurridos durante la cuarentena, la nueva ola de migración forzada de sirios en el campo de refugiados más grande de Europa, la invasión de langostas que azota África, el conflicto en Yemen, en fin, las cosas que suceden en el mundo desde hace tiempo y pueden tornarse dramáticamente más graves dado el brote de coronavirus. 

Es de suma importancia que nos paremos a reflexionar sobre qué consumimos a la hora de anoticiarnos de la información que necesitamos. Que podamos distinguir entre las fuentes que son confiables y las que no. Que compartamos información confiable y no difundamos porque sí. Esta importancia se multiplica en tiempos de pandemia. El acceso a la información es un derecho. Los trascendidos y las fake news vulneran ese derecho y ponen en contradicción a la sociedad sobre lo que se debe o no hacer. 

Me parece que el periodismo comprometido no es un lema, es una sucesión de acciones. 

Joaquín Sánchez Mariño- periodista, haciendo referencia a su proyecto UNDER Periodismo, donde su objetivo es dar visibilidad a los hechos que suceden en el mundo y merecen ser comunicados tanto como el coronavirus.

Por Agostina Torres Ochoa

Agostina Torres Ochoa, de 21 años, es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador (Argentina). Sus áreas de interés incluyen los Derechos Humanos, la inmigración, y la crisis climática internacional- sobre la que intenta despertar conciencia. Además, investiga temáticas referentes a la defensa y a la seguridad nacional. Fue miembro del comité ejecutivo del XIV Congreso Nacional de Ciencia Política de la SAAP (Sociedad Argentina de Análisis Político) y participa en la sección de noticias internacionales de MIMA Multimedios.