En el año 1853, en Santa Fe, la Convención Constituyente- representantes convocados para reglamentar los derechos, las garantías y la organización de las autoridades- sancionó la Constitución Nacional. En ese momento había muchos antagonismos y enfrentamientos respecto a la forma de gobierno entre Los Unitarios (querían la centralización del poder) y Los Federales (defendían una descentralización del poder con participación de provincias).
Antes de la sanción de la Constitución, precisamente en 1829, Juan Manuel de Rosas, Gobernador de Buenos Aires en ese entonces, quebró la existente división de los tres poderes (Judicial, Legislativo y Ejecutivo), apoderándose de ellos. Al comienzo de su mandato ejerció el Poder Ejecutivo, pero cuando el enfrentamiento entre Unitarios y Federales pasó a ser demasiado cruento y- por ende- era necesario establecer un orden, se le delegó la función del Poder Judicial. A las suma de estas dos se las llamó “facultades extraordinarias” porque le estaban dando a Rosas una facultad extra, la de juez. Tuvo una presidencia bastante autoritaria, con persecución ideológica incluida. Luego Rosas se fue del poder.
En 1819 y 1826 ocurrieron dos intentos de promulgación de constituciones centralistas respectivamente. No fueron sancionadas nunca porque las provincias rechazaron ambas propuestas.
La guerra civil en el interior
En 1835 ocurrió el asesinato de Facundo Quiroga, un caudillo federalista, en Córdoba. La situación era muy caótica ya que había diversos enfrentamientos que terminaban con muchísimas víctimas fatales. Se lo llamó a Rosas, entonces, para establecer el orden nuevamente. La legislatura es quien lo convoca, pero el ex-gobernador indicó que volvería siempre y cuando le cumplan algunas condiciones, por ejemplo, realizar una votación respecto a si él debía ocupar el cargo (el fraudulento resultado dictaminó a su favor) y sumar al Poder Legislativo bajo su ala. Finalmente, se lo otorgaron: asumió en 1835 nuevamente. A esta situación se le llamó “suma de poder público”, porque en una persona se concentraron los tres poderes.
En el momento en que Juan Manuel retorna al poder había un "Estado Confederado", forma de gobierno que sostenía la unión de provincias a través de pactos en los que le delegaban al órgano central las tareas económicas, administrativas y de representación. Éste régimen perduró hasta 1853, año en el que comenzó el Federalismo como forma de gobierno a través de la sanción de la Constitución Nacional, y con ello, la necesidad de crear una norma que prohíba la reiteración de la suma de poder público.
Esta regla fue escrita en el artículo 29 de la CN y dictamina que el que la infrinja, el que se quiera quedar con los tres poderes, será considerado infame y traidor a la patria. Le prohíbe explícitamente al Congreso Nacional y a las Legislaturas Provinciales conceder a una persona (al Presidente y/o Gobernadores Provinciales) la suma del poder público. Se creó porque cada vez que se desencadenaba un golpe de estado, los principios republicanos no eran respetados.
El objetivo de la ley es la protección y defensa del sistema de gobierno (representativo, republicano, y federal). Pero, como cuenta la historia, el artículo 29- aunque parezca fuerte- no fue suficiente, no alcanzó para terminar con los golpes de estado, una situación que se daba de manera periódica en nuestro país en ese entonces. El ejemplo más claro respecto a esto es la Dictadura Militar Argentina: durante la vigencia de la norma, igualmente ocurrió el Golpe de Estado Militar de 1976 que permitió el ascenso de los personajes políticos más oscuros de la historia nacional.
Fortificar el sistema democrático
Entonces en 1994, durante la reforma constitucional, se replanteó el tema de que el artículo 29 no era suficiente, y se lo complementó con la creación del artículo 36. El artículo 36 básicamente:
Incrimina: a los que hacen actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático (atentar contra la división de poderes, por ejemplo); quienes usurpen funciones (ocupar un cargo por la fuerza, por ejemplo); autor de grave delito doloso contra el Estado que tiene como consecuencia el enriquecimiento (malversación de caudales, corrupción, asociación ilícita, por ejemplo).
Sanciones que impone a los que incrimina: inhabilitación a ocupar cargos públicos por el tiempo que las leyes determinan; exclusión del beneficio del indulto; traición a la patria y conmutación de penas.
El indulto es una facultad en la que el presidente puede perdonar una pena, por otro lado, conmutación es cuando se decide modificar una pena más grande por una más chica. Luego del último golpe de Argentina (1976), algunas personas fueron indultadas. Se creó este artículo para que no haya más indultos a los incriminados.
Indica que las acciones son imprescriptibles (se pueden reclamar eternamente): estos delitos son imprescriptibles porque son acciones que atentan al Estado, es decir, no hay un tiempo límite para verificar que el delito fue cometido.
El artículo 36 es más duro y más claro que el 29 respecto a los actos a sancionar, el primero amplía el espíritu del segundo estableciendo penas más duras. Igualmente siempre hay que estar alerta, porque, desafortunadamente, ni siquiera con estos dos artículos estamos 100% seguros de que nada tentará a nuestro sistema democrático.
By Micaela Seidman
Micaela Seidman is a 21-year-old-student from Buenos Aires, Argentina who is currently studying a Law Degree at the University of San Isidro. She is working at the Buenos Aires City Government. She is the CEO and Founder of
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